Las 6 virtudes básicas del ser humano

Seligman y Peterson seleccionan un conjunto de fortalezas y virtudes personales, esjumping.jpg decir, de rasgos o características que poseen los seres humanos, y lo hacen basándose en tres criterios:
. Que se valoren prácticamente en todas las culturas.
. Que se valoren por derecho propio, no como medio para alcanzar otros fines.
. Que sean maleables, educables, que puedan aprenderse.
Siguiendo un largo proceso de documentación y ciñéndose a estos criterios, encuentran seis características clave, que denominan virtudes, todas ellas presentes en todas las grandes religiones, filosofías y tradiciones culturales del mundo.
La revisión de la literatura que estos autores llevaron a cabo reveló una sorprendente similitud entre culturas e indicó la convergencia histórica y cultural de estas seis virtudes cardinales. Comenzando por China, analizaron la filosofía de Confucio (551-479 a.C.) y la tradición taoista, continuaron por el sur de Asia, acercándose al pensamiento budista y al hinduismo, para llegar a Occidente, donde se remontaron a la filosofía griega de Platón (427-347 a.C.) y Aristóteles (384-322 a.C.), sin olvidar la doctrina judeo-cristiana y la islámica. Con este exhaustivo ejercicio de revisión, Seligman y Peterson pretendían encontrar lo que hay de común, evitando sesgos culturales o históricos. Pronto se dieron cuenta de que realmente existe una potente convergencia, a lo largo del tiempo y el espacio, en lo que se refiere a las virtudes humanas.
En un guiño a los Big Five, llaman a estas seis virtudes, the High Six, y son las siguientes:
. Sabiduría y conocimiento
. Coraje
. Humanidad
. Justicia
. Moderación
. Trascendencia
Estas seis virtudes son las características fundamentales que propugnan  casi todas las tradiciones religiosas y filosóficas. Pero la sabiduría, el coraje, la humanidad, la justicia, la moderación y la trascendencia son nociones abstractas y poco prácticas para los psicólogos que desean desarrollarlas y medirlas. Además, es posible encontrar distintas formas o caminos por los que alcanzar cada una de estas virtudes. Por esta razón es necesario centrarse en unas formas más concretas, que son las fortalezas. Cada una de las seis virtudes puede subdividirse en varias fortalezas para permitir su clasificación y medición.
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